Diagnóstico temprano
La hipertensión continúa siendo uno de los factores más importantes que contribuyen a afectar la salud materna y fetal. El correcto manejo de esta alteración durante los nueve meses puede variar significativamente el panorama: para eso es preciso el diagnóstico temprano y correcto. Se plantea entonces, de entrada, una trascendente cuestión: qué es normal y qué es patológico durante el embarazo, en lo que a presión arterial se refiere.
Cuándo preocuparse
Cuando a una embarazada que ha desarrollado hipertensión durante el embarazo se le encuentra pérdida de proteínas por orina (proteinuria), o si presenta cefaleas intensas o trastornos de tipo ocular o neurológico.
Toda gestante que desarrolle una presión arterial mínima superior a 8 y medio, en especial si se trata de su primer embarazo y es joven, debe ser considerada como de alto riesgo.
Cómo tratar la hipertensión
En primer lugar, se debe establecer el diagnóstico correcto. La mejor terapéutica para la hipertensión inducida por el embarazo es la reducción de la actividad física. Esto significa, sencillamente, reposo en cama. En la actualidad, se dispone de varias drogas inocuas para el bebé. Los diuréticos han sido dejados de lado total y definitivamente: no sólo por su ineficacia sino porque pueden causar severos trastornos tanto a la madre como al feto. Sólo pueden ser empleados en algunos casos muy especiales y debidamente controlados. Es importante seguir dietas ricas en pescado. De manera que, a buscar las mil y una formas de comer filet todos los días (¡pero sin freír!).
fuente crecebebe.com
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