Muchas veces en el instituto o en el colegio, cuando la secundaria se está acabando todo el mundo se hace cábalas sobre quien todavía no ha perdido la virginidad. La presión, tanto para ellos como para ellas, suele ser bastante intensa. El decidir mantener relaciones sexuales es algo muy personal e íntimo y que debe de ser evaluado por cada persona con total libertad. Es cada uno el que debe aplicar sus propios criterios a la hora, bien de dejar de ser vírgenes, bien de mantener relaciones sexuales.
El mantener relaciones sexuales es producto de una evaluación de elementos tanto físicos como psicológicos. Hay que tener en cuenta, ante todo, lograr que las relaciones sexuales sean seguras, tanto a la hora de prevenir enfermedades de transmisión sexual como a la hora de evitar embarazos no deseados. El estar preparado para mantener relaciones sexuales no solo tiene que ver con elementos biológicos sino también emocionales.
Muchos adolescentes también tienen en cuenta las implicaciones morales a la hora de mantener relaciones sexuales. La educación que los adolescentes hayan recibido – más si esta ha sido de tipo religioso – se convierte en una barrera que hace que evalúen si están preparados y quien es la persona idónea para perder la virginidad.
Otro elemento que hay que tener muy en cuenta a la hora de mantener relaciones sexuales en la adolescencia es que, como ya hemos citado, el sexo no es solamente físico, sino también emocional. Cada persona tiene sus propias emociones y tiene que tenerlas muy en cuenta a la hora de decidir que quiere mantener relaciones sexuales por primera vez.
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